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Presentación del Informe: ¿Acoger sin integrar? El sistema de acogida y las condiciones de integración de personas solicitantes y beneficiarias de protección internacional en España

El día 15 de marzo se presentó en el Centro Arrupe de Sevilla el informe ¿Acoger sin integrar? El sistema de acogida y las condiciones de integración de personas solicitantes y beneficiarias de protección internacional en España. Tras unos meses de su publicación, en el acto interesaba más recoger los ecos que suscita en tres tipos de actores implicados en la acogida de personas refugiadas: la Administración autonómica, una ONG que participa en el sistema de acogida mediante convenio con el Estado y una plataforma ciudadana implicada en la hospitalidad desde fuera del sistema de acogida.

Cecilia Estrada, de la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos de la Universidad Comillas, presentó el informe en nombre del equipo de autores. Luis Vargas, Director General de Políticas Migratorias intervino por la Junta de Andalucía, José Miguel Morales participó por la Federación Andalucía Acoge e Inmaculada Mercado transmitió sus impresiones desde el Proyecto Mambré de  la Comunidad CVX en Sevilla. Moderó la mesa Josep Buades SJ, de la Asociación Claver-SJM, que forma parte también del equipo de autores.

Los ponentes agradecieron la seriedad, serenidad y suavidad de tono del informe, cualidades que lo convierten en una buena herramienta para el diálogo entre responsables políticos, técnicos de las Administraciones Públicas y sociedad civil. Inicia la tarea de evaluar las políticas de acogida de asilo, que dan la impresión de empezar a tomar forma desde la “crisis de refugiados” de 2015, después de años de inanidad.

Se vertió una crítica interesante sobre el estudio que sustenta el informe presentado. Por una parte, queda clara la necesidad de acotar el campo, y de observar en qué medida sirve el sistema de acogida para lograr la integración o inclusión social de las personas refugiadas, que necesitan un elevado nivel de protección. Pero, por otra, hay algo insatisfactorio en la distinción entre personas refugiadas y migrantes; del mismo modo que se percibe un hilo de continuidad entre ambas categorías antes de entrar en el sistema y cuando las personas se ven expulsadas del mismo por circunstancias variadas.

En suma, las cincuenta personas que participaron en el acto (técnicos de administraciones públicas y de ONG, profesorado universitario, personas solicitantes de asilo, voluntarios…) disfrutaron un buen clima de diálogo y pidieron más ocasiones para proseguirlo.