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Creando cultura vocacional

El sábado 13 de enero por la mañana, en el Colegio Portaceli se celebró un Encuentro-retiro de la Plataforma Apostólica Local -PAL- de Andalucía Occidental, al que asistieron 109 personas, de ellos 24 jesuitas. Todas ellas colaboran de una u otra manera en la misión de la Compañía en diversas instituciones y obras, o sencillamente comparten una misma espiritualidad, en las cuatro provincias civiles que forman esta PAL: Cádiz, Córdoba, Huelva y Sevilla.

El objetivo del Encuentro era facilitar el intercambio y el mutuo conocimiento entre las personas de esta familia apostólica ignaciana. La reunión estuvo animada por Enric Puiggròs sj, promotor vocacional y coordinador del equipo del prenoviciado de la Provincia jesuita de España, asistido por otros jesuitas (Francisco Cuartero, José Mª Valverde y Fernando Arjona). Del entorno del Centro Arrupe pudieron asistir un buen número de personas: Roxana Rosales y María Bermúdez (Entreculturas), Armando Agüero y Pep Buades (Asociación Claver), Loli Rguez-Lepina, José A. Molina, Mª Ángeles Rojas y María Iruín (CVX), José A. Pérez Cobo, Marta Bustamante, Sergio Rosa, Marta Reina y Ana Iruín (Grupos Vida), y otras personas muy presentes en el Centro Arrupe como José Yruela, Mª Luisa Pascual y Carmen Gutiérrez. El resto de los participantes procedían del colegio Portaceli, de la Universidad Loyola Andalucía, de un buen número de colegios de SAFA y de otras instituciones y grupos de Andalucía Occidental.

Tras la acogida inicial y una oración introductoria, tuvo lugar la primera sesión “Sobre la vida como vocación”. Se basó en una breve exposición sobre la importancia de la cultura vocacional y cómo posibilitar dinámicas de acompañamiento para suscitar la pregunta vocacional poniendo a Dios en el centro de cualquier decisión. Tras una reunión en pequeños grupos, vino el café y una segunda sesión sobre las luces, sombras y retos de la promoción vocacional. Todos somos corresponsables y se hace necesario trabajar en equipo para dejar de ser autorreferenciales. Constatamos que hay resistencias personales, sociológicas, eclesiales, pero todos estamos invitados a facilitar que el joven decida sobre su vida en libertad. Y esto no lo hacemos porque haya menos jesuitas, sino porque valoramos que hemos de cuidar del cuerpo de la Iglesia en sus diferentes vocaciones y carismas.

Terminó la jornada con un piscolabis de confraternización en el vestíbulo del propio Colegio. El sentimiento general era de alegría por esta nueva y retadora experiencia de misión compartida.